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"Cuando el Diós dividía la tierra entre los pueblos, los georgianos llegaron tarde después de una fiesta tradicional, y en el momento de su aparición, todas las tierras ya habían sido distrubuídas. El Señor les preguntó a los retrasados por qué brindaron a lo que los georgianos le respondieron: "por tí Señor, por nosotros mismos, por el mundo entero.” Al Diós le gustó su respuesta. Y él les dijo que había guardado un pedazito de tierra para sí mismo y se lo regalaba a los georgianos. Aquella tierra, según las palabras del Señor, era incomparable por la belleza y para siempre sería admirable por la gente..." Y así sucedió: es imposible describir la belleza de Georgia, es posible sólo cantar sobre ella. Así consideran los georgianos y en cada ocasión alaban la belleza de su tierra en sus canciones polifónicas y sus bailes tradicionales. En Georgia, todo el mundo habla de su grandeza y sus riquezas. La riqueza de su historia es testimoniada por los numerosos monumentos: las construcciones del culto de la época del cristianismo temprano, las iglesias antiguas y los monasterios perdidos en las escarpas montañosas caucásicas. Sobre la riqueza de la naturaleza con elocuencia “hablan” los paisajes únicos de esta región: una mezcla única de las cuatro estaciones. La nieve brilla en las cimas de las montañas, la niebla otoñal con lluvia y nieve al pie de las montañas, en los valles de los ríos florecen árboles frutales y flores de primavera y, por fin, el caluroso verano reina entre las palmeras perennes en la costa del Mar Negro. Sobre la riqueza y la generosidad de la gente en Georgia existen varias leyendas: la frase "Hospitalidad georgiana" hoy en día encarna una fiesta ruidosa, donde con cada vaso del espléndido vino georgiano suena un brindis georgiano no menos magnífico. No es de extrañar que la tierra divina georgiana inspiró a varios famosos artistas y poetas (tales grandes clásicos rusos como Pushkin, Lermontov, Tolstoi y muchos otros). Hoy en día, la antigua Cólquida, como el legendario Jason en una famosa leyenda sobre el paño grueso y suave de oro, atrae a miles de turistas del mundo entero por su belleza de la naturaleza: aire purísimo, bosques coníferos, hermosos lagos montañosos, prados alpinos, fuentes salubres minerales; por sus lugares santos: monumentos únicos de la cultura temprana cristiana, numerosos balnearios famosos en el mundo – Batumi, Tskaltubo, Sojumi, Borjomi, Gagra y muchos otros. Después de la desintegración de la Unión Soviética, millones de turistas que visitaban anualmente Georgia, se abstenían de los viajes. Esto fue debido a la inestabilidad política en el país. Pero hoy en día Georgia es un país renovado y democrático, abierto para los turistas y los viajeros del mundo entero. La popularidad de esta dirección está aumentando impetuosamente y el número de los visitantes que llegan aquí se acerca al millón de turistas al año. |
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